domingo, 18 de marzo de 2012

IDOLO DE PEÑA TU






DÓNDE SE ENCUENTRA: En Llanes (Asturias). Cercano a Puertas de Vidiago.


HISTORIA: Es un conjunto de pinturas y grabados en una roca situada en la Sierra Plana de la Borbolla. Están reflejados en la cara orientada al levante y se conserva gracias a su situación. En 1914 se realizaron las primeras investigaciones arqueológicas y se le da el nombre de El Ídolo. Las pinturas forman figuras humanas en rojo cobrizo. Los dibujos tienen más de 4.000 años de antigüedad.


NUESTRA VISITA: De casualidad, buscando visitas arqueológicas por Asturias apareció el Ídolo de Peña Tu. Había leído poco, pero lo poco que había leído me parecía interesante así que lo añadí a las visitas de nuestro viaje. Así que después de visitar Covadonga, y como nos pillaba de camino, nos pusimos en marcha para ver el Ídolo de Peña Tu.
Nos costó trabajo encontrarlo, no estaba demasiado bien señalizado y tuvimos que preguntar varias veces cómo llegar, incluso llegamos a meternos por un camino que no sabemos donde terminaría por que dimos la vuelta al comprobar que probablemente por ahí no estábamos bien situados para llegar. Cuando vimos una pequeña señalización a Peña Tu, nos desviamos hasta aparecer en un aparcamiento. Suponíamos que seria allí donde estaba nuestra visita, pero no había señal alguna hasta que no fuimos al principio del sendero donde se encontraba un aula de interpretación que estaba cerrada, pero que al menos ponía en su pared PEÑA TU.
Nos dirigimos hacia la entrada del sendero, no sabíamos cuánto teníamos que subir ni andar, yo pensaba que era un paseo… y yo ni si quiera llevaba el calzado adecuado para lo que nos esperaba… La subida constaba de 1.000 metros ascendentes, los primeros metros del sendero era una subida bastante tranquila, luego el sendero a través de carteles te iba informando cuantos metros de subida te quedaban hasta llegar al Ídolo. En un momento del sendero los carteles te proponían dos caminos, uno era un atajo en el que te ahorrabas entre unos 200 y 300 metros del camino, pero claro, ese atajo tenía el inconveniente de que era un camino demasiado inclinado por mitad del bosque, vamos, que si te resbalabas terminabas otra vez al principio del camino rodando. Nosotros como ya he dicho antes no llevábamos el calzado adecuado, así que fuimos por el camino largo, sin atajos. En el camino podías encontrar diferentes especies de animales y hongos. Había varias fases en el suelo del camino, primero albero, luego piedrecillas sueltas como si fuera gravilla, si pisabas mal podías resbalarte y por ultimo piedras grandes que si estaban secas no había peligro pero si estaban mojadas por lluvia o humedad tenias que tener cuidado. Sinceramente pensaba que los 1000 metros del camino serian más fáciles de subir, pero me costó bastante por las circunstancias del suelo. Parecía que el Ídolo de Peña Tu se había ido de vacaciones porque nunca llegábamos a él. Casi llegando al camino estaba tan quemada que el Ídolo de Peña Tu, se convirtió en: “¿Por qué se me ha ocurrido venir aquí?”, “Me cago en…” y “Espero que merezca la pena”. Efectivamente, mereció la pena, una vez arriba, nos encontramos al guía que también era el guarda y que nos explicó todo sobre el Peña Tu, los dibujos, la conservación, los estudios y conclusiones de los mismos, nos indicó curiosidades, nos dijo dónde ponernos para ver mejor las pinturas y por supuesto contestó a todas nuestras dudas. Allí había poca gente, básicamente nosotros dos y una pareja más de Bilbao que también habían ido a visitar Peña Tu. Fue un guía excepcionalmente bueno y sobre todo una visita casi privada pues éramos cuatro personas. Los paisajes eran preciosos, con la sierra a un lado y el mar al otro. La roca que también había sido una tumba, conservaba casi perfectos los dibujos de personas, cruces y un hombre con un bastón, el guía nos explicó perfectamente a qué se refería cada dibujo y que significaban en aquella época en la que los dibujaron.

Me sentí indignada cuando el guía nos contó que unos años atrás, unos vándalos (por que no tienen otro nombre) se saltaron las rejas e hicieron de las suyas poniendo su nombre entre los grabados, a parte de ser unos inconscientes al poner en peligro su vida para hacer esa barbaridad, lo eran por también por destrozar algo de 4.000 años de antigüedad que a ellos ni les va ni les viene, ya veis que le habría hecho la roca a esos jóvenes para que ellos hicieran eso…

CURIOSIDADES: Abajo donde está el aparcamiento, al inicio del sendero de la subida que nos lleva a la cima y a la roca existe un aula de interpretación del monumento.

DATOS DE INTERES: La visita es libre y gratuita durante todo el año. Los horarios de visitas son: de 9 a 13.30 y de 15.30 a 18 horas, excepto los lunes y martes. Se pueden reservar visitas en el teléfono: (+34) 691124533 / 985411166.

FÍJATE EN…: Los paisajes y en todos los detalles de las pinturas que aparecen en la roca.


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sábado, 3 de marzo de 2012

MONTE SANTA TECLA o TEGRA I (VIA CRUCIS Y ERMITA)

En el Monte de Santa Tecla, hay varios tesoros que visitar, sin embargo, hoy solo voy a hablaros de dos de ellos para poder detenernos mejor en los detalles: el Vía Crucis y la ermita. Mas adelante, visitaremos los Castros y los Petroglifos, también dignos de ver.


DÓNDE SE ENCUENTRA: En A Guarda (Pontevedra), el monte se encuentra a la entrada de A Guarda y está muy bien señalizado para poder llegar fácilmente. La cima esta situada a 341 m.

HISTORIA:
VÍA CRUCIS, hay varios, uno antiguo de cruces simples datado a finales del siglo XVII o a principios del siglo XVIII y el nuevo y artístico comenzado en 1923 y terminado en 1940. Es un camino adornado con cruces en piedra con medallones de bronce con escenas esculpidas del Calvario de Jesús. Los medallones son obra del escultor valenciano D. Vicent Mengual y las cruces de piedra del maestro cantero D. Sebastián Pérez Carneiro.



ERMITA DE SANTA TECLA En lo alto del Monte, al final de Vía Crucis nos encontramos con una ermita de estilo Románico del siglo XII. La construcción del Santuario data de los siglos XII y XVI con reformas posteriores.
Santa Tecla, según los lugareños, es abogada de los dolores de la cabeza y del corazón.

NUESTRA VISITA: Salimos del hotel con un día soleado pero sin calor agobiante y con nuestra excursión totalmente planeada, (aunque planearlo a conciencia ayuda, nunca sigues el plan al pie de la letra pues hay sitios que te enganchan más que otros o bien puedes encontrarte por el camino otros tesoros que no puedes dejar escapar) Llegamos a A Guarda poco después de las doce y media de la mañana, teniendo en cuenta que antes habíamos visitado Baiona, la hora no estaba nada mal. El Monte de Santa Tecla estaba bien señalizado, no tuvimos ningún problema para encontrar la subida. Las carreteras del Monte no son tan mareantes como en otros lugares, la verdad es que la subida la hicimos sin problemas. Decidimos que lo primero que veríamos sería el Vía Crucis.
Una vez arriba, ya hacía bastante fresquito y aparcamos el coche en un llanito que encontramos de milagro, porque allí, o lo aparcas en el lateral de la carretera o bien te llevas el coche puesto… Cuando bajamos del coche empezó a caer una niebla muy espesa que no te dejaba ver mas allá de metro y medio, la verdad es que viendo el lugar y viendo la niebla, el paisaje parecía mas mágico y tenebroso que en cualquier escena de película… El paisaje era hermoso, un bosque con árboles muy altos, con un camino de cruces antiguas de piedra y mucha niebla… fuimos subiendo el monte donde gracias a Dios la niebla se fue disipando y pudimos ir viendo las cruces. Había dos tipos, unas más simples al pie de la carretera y otras más labradas en un camino secundario de piedra al borde de la carretera. Nos paramos en cada una de las cruces del Vía Crucis para contemplar las imágenes de los medallones de cada una y leer en honor de qué familia estaba realizada esa cruz. Cuando el camino del Vía Crucis termino, pensé que se había terminado y que había sido muy bonito, pero para mi sorpresa, a mi izquierda se abría una pequeña explanada con escaleras de piedra que te llevaba a más Cruces dispersas en varios niveles. Subimos las escaleras y luego otras, las cruces fueron desapareciendo poco a poco y llegamos a lo que parecía un mini-pueblo.
Digo mini-pueblo porque lo que se veía era la ermita, al lado una especie de establo y al otro lado una casa con puertas y ventanas tapiadas con madera. La ermita era rectangular y muy larga, tenía una campana arriba en un pequeño campanario, estaba cerrada y solo pudimos ver su interior oscuro mirando por una pequeña ventana lateral, como digo, estaba oscuro y no pudimos ver nada más que un par de velas encendidas al fondo. Me dio pena encontrármela cerrada pues he visto fotos del interior y es muy acogedora y bonita. Delante de la puerta de la ermita hay un Cruceiro muy grande de San Francisco.
Más arriba de la ermita, hay bares, y tiendas de regalos, también hay un museo arqueológico.
Sin lugar a dudas es uno de los lugares más hermosos de Galicia, además de tener unas vistas panorámicas de impresión (si la niebla no te los niega). A la vuelta, recomiendo comer en el pueblo de A Guarda, la comida allí es estupenda.

CURIOSIDADES: El 2º Domingo de Agosto, hay una Romería en Santa Tecla, donde los romeros suben al Monte por el Vía Crucis, luego hay una misa y como en toda romería una fiesta con comida, bebida y baile. Todo el conjunto del Monte de Santa Tecla fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1931. Posteriormente también se incluyo en la lista de Bienes de Interés Cultural.

DATOS DE INTERES: Depende de la época del año, hay que abonar una pequeña cantidad para poder acceder a las instalaciones del conjunto del Monte de Santa Tecla.

FÍJATE EN…: Los medallones de las cruces del Vía Crucis y las vistas desde cualquier punto del Monte de Santa Tecla, pudiéndose ver abajo el mar y el pueblo.

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